Fábula (pedo 2)

La respiración entre cortada, echado abriendo los ojos por primera vez, algo me decía que tenia que mirar para arriba. Eran los gritos de mi madre, desconsolada por que yo nací sin cuello.
-pero madre si tengo cuello, esta aquí me pega la cabeza del cuerpo.
-si hijo pero es que nosotros las jirafas lo tenemos mas largo

Aprendieron los dos a vivir sin cuello, a oír las risas de las otras jirafas, de toda la selva, fue una cuestión de tiempo, la risa se convirtió en parte del paisaje. Crono tenia amigos, novia y se iba todas las tardes a la discoteca.

Una tarde

- esta fuerte lo que nos dio el mono
- esos monos siempre se andan metiendo pendejadas
- yo no sé loco para mí que nos dio meado de gallina y tu sabes que esa nota te deja lamparota, mi vieja me va a pegar
- Míralo a crono nomás como esta prendidote. Sé esta embalando y se va a acabar el semen de jabalí, el man ni siquiera ayudo a conseguirlo, es mal borracho este hijueputa
- si loco ya contrólate
- Loco es que yo no tengo cuello... soy un pobre vagabundo loco, las peladas me aflojan por pena, estoy full en la mierda loco, nunca mas me tomo, pobrecitos todos los jabalís que no pudieron ser en este momento.
- Ptsss vamos a dejarlo a la casa
- No sé loco a mí ya me esta dando leona
- Vayan a comer Uds... yo me la saco para mi casa. Dile a crono que te ayude a recoger hojas
Se miran y se ríen

Y así fue como crono y su amigo se fueron a buscar comida y camino a casa.
- mira loco yo arranco la comida del hongo y te la voy lanzando, aguanta sin caerse, A VER, nos ponemos rectos, mírame a la cara, bien. Nomás usa la puntería loco, tu ya eres experto
- loco soy un estorbo, como esto y me matooo te lo juro que me mato.
- No jodas agarra

La hoja viene diferente para crono, bifurcada hecha ola cortando el espacio construyendo el tiempo, crono no recibe solo se queda paralizado por la belleza.
Hojas convirtiéndose en plasma el pana vomitando, ducha espesa, viste a crono, embarra al árbol de verde.
Cae una jirafa con cuello largo dejando un temblor en el suelo.
- ¡No te mueras loco que tengo hambre!- crono miraba al cielo reprochando su desgracia.
Ni las lagrimas lo limpiaban. En ese momento directo de las llanuras la leona, no la que te mece el hambre sino una leona, con todos los dientes y garras que eso implica.
Y crono no sabe de donde huirle , a ella no le gusta la carne inconsciente, tenia que comérselo a el, aun plasmático, se prende del árbol, se aferra lo abraza con los pies y las manos, las mueve, sube, sigue subiendo, las piernas le temblaban. La altura precisa, la que le había prometido la naturaleza, al fin viendo con la altura de un árbol, la perspectiva hace a las cosas mas pequeñas. Todo babeado había descubierto la gloria, y otra cosa mas que es muy común en todos los países de Latinoamérica, el palo encebado.