Siete pasos
Tomémoslo como electroshock.
Siempre he tenido envidia de una cualidad que encuentro en ciertas personas. No se si se las ha tocado pero existen personas que, sin motivo aparente alguno, se levantan un día sin la mas mínima intención de continuar con esta mentira que es vestirse, hacerse bromas, simplemente no tiene humor para jugar a que este mundo es vivible y te miran desde su lucidez, lucidez que te hace muy pequeño.
Amargados piensa todo el mundo. Yo siento envidia
Quisiera tener las agallas para ser totalmente coherente.
Y aquí el clima en el mundo, al menos en entre estas líneas que delimitan un triangulo y la mayoría de nuestras inseguridades. No hay pastilla del día siguiente.
En México me dijeron una cosa que me pareció muy precisa.
¿Por que comemos huevo de gallina?
La respuesta, el efecto de la cerveza y la bulla me hicieron entenderlo un poco tarde, es que la gallina es la única que anuncia que puso un huevo.
Me ha tomado por sorpresa el hecho de que sea un gran relajo la pastilla del siguiente día en este país. Primero porque no es la primera vez que escucho que existe pastilla del día siguiente, segundo porque si no hay pastilla del siguiente día te tomas un coctelito de pastillas anticonceptivas y ya. Tercero, todos esos hijosdeputa e hijasdeputa que no consideran a la violación como parte del discurso de salud publica, sino que están mas preocupados en que el parkinson del Papa no se empeore diciéndole no al aborto. Deberían timbrar en este momento mi puerta y hacer fila para saldar esto como animales con los dientes y las uñas porque son los único argumentos que creo que podrían entender al tener tan estúpidas preferencias. Por ultimo nuestro cuerpo estimados no es nuestro sino del sistema judicial de este país, sistema que se ha jactado siempre de ser una porquería. Es mas creo que desde el momento que el sistema judicial se adueño de este, mi cuerpo, me he convertido en una frígida social.
La verdad es que nuestra sexualidad esta muy lejos de nosotros mismo, en eso debo decir que nos creemos muy primer mundo. Se nos hace imposible considerar que podemos tener SIDA, que todos nos masturbamos, que hay que cuidarse no solo para no quedar embarazada sino para no tener gonorrea y demás. Se nos hace demasiado lejos. Y eso nos hace demasiado huevones. No apelo a la paranoia, pero es tan fácil como tenerlo en mente. Me parece inaudito.
Y un día te despiertas vacunándote para todas las hepatitis por un que doctor en algún país rico se equivoco dándole a tu papá una transfusión de sangre con hepatitis B. Y ese día te das cuenta que la ley de Kavin Bacon se aplica a todos nosotros que no importa quienes seamos ni donde estemos siempre estamos a siete pasos de cualquier mala noticia en el noticiero.
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