Eufemismos
Hilo le contó de su vació, que se sentía como un museo a las once de la noche. - Así de inservible , le decía mientras encontraba su oreja que en ese momento dejaba de ser de ella para pasar a ser del mejor postor.
-Los museos me parecen mas divertidos a las once de la noche que a las nueve de la mañana. Le dice. Està segura de lo que esta diciendo. Ella, otro día hubiese entrado a esa casa , la casa de un desconocido, reconocido todos sus gustos en ese librero y sentada, tranquila, imaginándose muchas historias, le pareceria porque no interesante, que alguien que había vivido lejos haya hecho las mismas elecciones que ella. Si todo hubiese salido como tenia que salir lo más probable es que esa casa ahora seria un museo y algún recuerdo más fácil de olvidar que este buen momento.
Los museos nunca le habían gustado. A Hilo le encantaban, recuerda perfectamente el día que trato de no aburrirse mientras le contaba lo maravilloso que era oler un Mirò.
-Mirò debe oler a lo que huele el señor de a lado Hilo, lo fantástico de la pintura es que esta puesto como una obra de teatro en ciertos lugares como por accidente.
Los museos y todos eso libros que nadie escribió. Todas las cosas que escribo mientras no escribo las otras. Él todo y la nada no entran en un museo, es visitar un cementerio. Donde los muertos son importantes por que alguna vez estuvieron acostados en una cama con las piernas enredadas, como nosotros.
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