Domingo sin deberes
Estas semanas he tenido la oportunidad de retomar con buen ritmo mis lecturas, una pila de libros medio andados, una larga lista de recomendaciones y lo mejor, tardes enteras sin placebo televisivo.
Lo que me entro en una discusión con un amigo. Habiendo tanto clásico que leer, que valor tiene publicar en este tiempo. En el péndulo de Foucault los personajes trabajan en una editorial que se dedica a publicar AAF, autores auto financiados, básicamente toman a un autor, por lo general que no son escritores, y los convencen de que son unos intelectuales. Los publican y hacen contrato por mil ejemplares, el autor tiene que pagar la publicación pero la editorial hace una la promoción, con la cláusula que si después de cierto periodo de tiempo los ejemplares que no se han vendido tendrán que ser destruidos. Sale el libro pero la editorial solo imprime la mitad de los ejemplares, le entrega una parte al escritor para los amigos y otra parte es para la prensa y el resto para vender, resto que casi nunca se vende. Después de un año llaman al autor, le dicen sabe que UD. Es un hombre incomprendido, tenemos cuatrocientos números sin vender, los destruimos o los compra, el autor por su puesto los compra y el negocio es redondo.
Me reí como dos días cuando leí este capitulo. Vivimos en un país pequeño es cierto, donde la población no lee mucho. Yo siempre he creído que en vez de estarnos quejando tanto deberíamos hacer la literatura mas lúdica. Sin embargo, cual es el chiste de publicar, solo lo haces para que tus amigos, familiares, los que te robaban la plata del lunch en el colegio te vean un domingo en un trocito del periódico y te digan escritor la próxima vez que te vean.
Estaba pensando en un grupo de escritores chilenos que se dedican a hacer espacios masivos de literatura. Por ejemplo bombardean el metro de Santiago con poemas. A mi me parece una idea genial esa de usar los espacios publicitarios para promover la literatura.
No pienso apocalípticamente no creo que la literatura desparezca, creo que este es su mejor momento, porque últimamente todo lo que tenemos es el lenguaje. También pienso que ser escritor en Latinoamérica tiene su piquete porque aquí la cultura no toma lo exterior como exótico somos bastantes camaleónicos, me parece en términos de lenguaje algo muy bueno…Por lo menos divertido.
Eso nomás por lo pronto… cambio y fuera.
<< Home